El primero de los dos libros se titula Arrugas, es un cómic escrito y dibujado por Paco Roca y publicado por Astiberri.
La historia comienza cuando Emilio, el protagonista, empieza a padecer los primeros síntomas de la enfermedad y su hijo (y nuera) deciden ingresarlo en una residencia de mayores. A lo largo de las páginas se nos muestra un catálogo de personajes diversos (todos ellos habitantes de la residencia) y de pequeñas historias que van articulando los días. El cómic nos instala en la residencia y logra transmitir esa sensación (peligrosa) de abandono que abre las puertas a la rutina y al sopor: estos nos merodean, pero siempre hay algún pequeño detalle que hace brillar los días. La trama, en este sentido, es verdaderamente estupenda: nos hace caminar por una senda en la que a un lado está el vacío (de los días vacíos) y al otro lado hay un paisaje entre cuyas sombras se vislumbran atardeceres, detalles hermosos, umbrías...
Y mientras deambulamos por estas páginas Emilio, el protagonista, va perdiéndose entre sus recuerdos, olvidando las palabras, borrando el mundo, desdibujando los rostros amigos... hasta llegar a la página en blanco (brillante el cómic en este punto, brillante de verdad).
Un cómic duro y hermoso (cuya adaptación al cine, por cierto, ha recibido dos Goyas en la reciente gala del cine español: a la mejor película de animación y al mejor guión adaptado).
En esta ocasión podemos ver el proceso de pérdida de memoria que el zorro va viviendo a causa de la enfermedad (que, por cierto, no se cita). Es quizás un libro más poético, delicado, lleno de sensibilidad y sin dramatismo, un libro que nos permite una manera muy interesante de explicar esta enfermedad a los más pequeños.
Y más allá de su intención (de mostrar el proceso de pérdida del zorro) el cuento es un hermoso cuento, una historia en verdad tierna y llena de silencios (y blancos) de gran elocuencia.
Un álbum precioso que ganó el Premio Alemán al Libro Infantil y Juvenil de 2011, ahí es nada.
Dos libros para no olvidar.
Saludos