Acabo de terminar de leer A la sombra del maestro, de Juan Farias, en editorial Alfaguara.
La lectura de este libro forma parte de mi empeño en leer más a Juan Farias y en recomendar que se lea pues en verdad creo que es una grandísima suerte contar con un escritor como él.
El libro es maravilloso y la lectura gozosa. Con una prosa limpia y concisa el narrador nos va contando las grandes historias pequeñas de un pequeño gran pueblo, con apenas cuatro líneas detalla personajes y situaciones con una precisión admirable. Admirable.
Su lectura despierta ecos de otras lecturas magníficas de Álvaro Cunqueiro, de Valle Inclán, del Cela de La Colmena, de Miguel Delibes... todos ellos maestros de palabra, de personajes y de historias.
El libro lo leí anoche, apenas en un tragantón, devorando goloso, saboreando con gusto, cada palabra, cada línea, cada página.
Entre los personajes (del escribidor al loco, del alcalde a los pillos Paco y Pedro, de la maestra al maestro... todos maravillosos), me gustó mucho la figura del maestro que, cuando es expulsado por el alcalde, ¡se empeña en enseñar en furtivo!: el conocimiento como un bien que hay que preservar y transmitir a toda costa.
Cito: "Al maestro, por empeñarse en enseñar, que es decir verdades, le quitaron la escuela. Lo hicieron con un informe a la autoridad competente, que era amiga del alcalde y su socia en un negocio de maderas. Esto no sirvió de mucho, que el maestro se hizo furtivo y salió a buscar alumnos por las corredoiras, en la playa y arriba, en los penedos" (pp. 51-2)
Un libro completamente recomendable: un libro que es un momento de felicidad.
Saludos
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