miércoles, 7 de marzo de 2012

Jack y la Muerte

Ayer pasó por casa Tim, amigo y colega de oficio, narrador inglés afincado en España desde hace muchos años que cuenta cuentos tradicionales de gran hondura, de esos que te emocionan en el momento de escucharlos y que dan para rumiar durante meses. Decía que ayer pasó por casa y apenas nos dio para tomar una cerveza y charlar un rato, pero antes de irse nos regaló el último libro que ha publicado, y de él quiero hablaros.


Acabo de terminar de leer Jack y la Muerte, versión de un cuento tradicional inglés escrita por Tim Bowley, traducida por Charo Pita, ilustrada por Natalie Pudalov y cuidadosamente publicada por OQO.
El cuento es bastante conocido (hay variantes en tradiciones de muy diferentes culturas por todo el mundo) y nos cuenta la historia del pequeño Jack que se encuentra con la Muerte cuando ésta va a buscar a su madre. Jack consigue engañarla y meterla en una botella logrando así que su madre no se muera. Sin embargo, a partir de ese momento empiezan a suceder cosas extrañas: el carnicero no puede matar a los animales, no hay manera de arrancar una zanahoria del huerto, etc. Como la Muerte está encerrada en una botella, nadie puede morir.
El cuento (la versión de Tim traducida por Charo) está muy limpio, con el texto preciso, limado y cuidado hasta la última coma, con un ritmo adecuado, respetando la estructura tradicional y con un final que da sentido a todo el texto. El cuento viene acompañado de unas ilustraciones maravillosas de Natalie Pudalov, que llenan de detalles y de simbolismo la historia (ya de por sí con bastante carga de reflexión): valga como ejemplo el hilo rojo (de la vida) que dibuja las letras de portada, pasa por las guardas y se rompe (pasa a negro) en los créditos/portadilla. Un hilo rojo que acompaña a la Muerte (y por tanto desaparece cuando la Muerte está encerrada). Vida y Muerte de la mano, citando textualmente: [dice la Muerte] "Quizás ahora entiendas que no soy enemiga de la vida. Ella y yo somos las dos caras de una misma moneda. Sin mí, la vida no existiría".
Un cuento hermosísimo con unas ilustraciones delicadas y estupendas. Un libro más para sumar a la mochila de libros que nos ayudan a mirar a la Muerte cara a cara, con naturalidad.
Un cuento maravilloso. Totalmente recomendable.
Saludos

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