Hace un par de meses que Pablo Albo me habló de un libro titulado El náufrago del Sirio: no dejes de leerlo, me dijo. Este final de semana estuve en las VIII Jornadas de Animación a la Lectura de Arenas de San Pedro y allí volví a oír este título. Es más, allí conocí a su autor, Antoni Garcia Llorca, uno de los ponentes invitados de las jornadas.
Antoni, flanqueado por Pablo Barrena y Federico Martín Nebras, estuvo hablando de sus tres últimos libros. Me gustó lo que oí, me gustó cómo se planteaba los libros, me gustó lo que dijo y lo que dijeron de él, así que allí mismo compré el único título que había disponible de este autor: El salvaje, publicado por SM (ganador del premio Gran Angular), y ayer por la noche comencé a leerlo. Hoy a mediodía lo había terminado.
El libro nos cuenta la historia de un niño salvaje, un niño que ha vivido separado de los humanos durante años, conviviendo con cabras, lobos, águilas y otras bestias; un niño que acaba por volver a la "civilización" que trata de estudiarlo, de comprenderlo, de salvarlo...
Es verdad que esta historia ha sido contada más veces, pero lo que no es menos verdad es que en esta ocasión García Llorca la cuenta de manera magistral. Magistral.
Me ha encantado la prosa contenida, mesurada, llena de poesía y de continuas referencias y evocaciones a La Odisea. Una prosa de gran espesor pero, al mismo tiempo (y esta es una de sus extraordinarias virtudes) una prosa ligera, saltarina, que canta y brinca entre las páginas. Me ha deslumbrado el armazón del libro, la organización de los capítulos, el salto de escenarios y tiempos que conforman la urdimbre narrativa. Me he enamorado de sus personajes: el niño protagonista, el cabrero tuerto, la muchacha del maquis, la niña loba, los animales. Me ha enganchado la historia (las historias): lo que sucede y cómo sucede, cómo está contada (brutal el ataque de los lobos) y los diversos escenarios en los que todo va sucediendo (tan bien dibujados con palabras precisas, evocadoras).
He abierto este libro y he quedado completamente atrapado, he ido al valle y he recorrido sus rincones con Bernabé: hicimos lumbre en la boca de la cueva, trepamos hasta el teatro de roca, acechamos juntos a la locura verde, paseamos con las cabras, subimos hasta la lobera o el chopo viejo...
Ha sido, sin duda, una de las mejores lecturas de estos meses. Uno de esos libros que no olvidaré, seguro. Y que no dejaré de recomendar.
Una hermosa cita antes de terminar esta breve nota:
"-¿Y qué tengo que hacer para no olvidar?
-No descuides las palabras. Por cada palabra que olvides, el cerebro se te encogerá. Si las olvidas todas te convertirás en barro." (p. 68)
Ya tengo en mi mesilla el siguiente libro de este autor: El náufrago del Sirio, en unos días os cuento.
Un libro imprescindible. Maravilloso. Un festín de buena lectura.
Saludos
PD: Este autor está entre mis favoritos.
;))))) Gracias, estoy segura de que me encantará. Martina Luvi
ResponderEliminarYo lo he leído y me ha transportado al lado de las fogatas, en el monte, con olor a leña y a tierra mojada, dónde en la pupila de lobo, podemos ver los reflejos temblorosos de la llamas.
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