Para empezar quiero matizar lo dicho en la primera línea de este post "esta es una novela juvenil", he dicho esto no porque considere que este libro sea ideal para jóvenes, sino porque tiene uno la sospecha de que ha sido escrito para jóvenes, o más bien para el arquetipo de joven adolescente interesado por la música, las redes sociales, los líos de amores difíciles, el éxito fácil... y pocas ganas de ahondar en tramas y personajes.
Desde las primeras páginas he tenido dos sensaciones como dos moscardones zumbando por encima del libro: previsibilidad y falta de verosimilitud. Es decir, me resultaba previsible mucho de lo que iba a suceder y era difícil de creer que estuvieran sucediendo algunas cosas. Me explico.
Previsible es que una idea con tan poco fuelle como la que tiene Leo acabe por triunfar y consiga de nuevo reunir a Aarón con la tal Castorfa. Previsible aunque inverosímil.
Como inverosímil me parece que Aarón acabe por entrar en el juego que Leo, su hermano mayor, le propone. Me parece increíble. Como inverosímil me resulta que Develstar acceda, sabiendo como sabe la farsa, a continuar con ese juego y arriesgando en ello su dinero y (supuesta) reputación.
Es decir, el libro se sostiene sobre unos pilares que no termino de creerme.
Ahora bien, si uno pone a un lado estas cuestiones y se deja, la lectura no es enredosa y resulta amena. Especialmente en dos momentos: en el del éxito inicial "al estilo casero" con los vídeos de YouTube y en el momento en el que viajan a Nueva York formando parte de la maquinaria del éxito.
Me ha interesado sobre todo lo relativo a la construcción de las estrellas, al vaciado de personalidad, a la falsedad de formas y lo limitado de lo verdadero. En este sentido revelador el libro funciona bien.
Por lo que parece pronto saldrá la continuación (sí, porque el libro queda abierto y en demanda de una continuación: otra pista más para esta idea de literatura juvenil).
Saludos
No hay comentarios:
Publicar un comentario