Árbol. Desde mi punto de vista este es el libro más conseguido de los tres, no solo por la propuesta formal sino por los objetos que entran en juego (tan cercanos y de tanto interés para los más pequeños), los recursos habilitados y la resolución con la entrada del lector en el poema en su última lámina. Creo que es un librito estupendo, ideal para leer y contar a los más pequeños. Yo ya lo tengo en mi mochila de cuentos para contar.
Zapato. Siendo formalmente impecable, jugando prácticamente sin otro afán que jugar y ritmar, echo de menos en este libro una propuesta algo más rica (aunque a veces la riqueza está en la simplificación delicada). Este libro es un espejo invertido de otros (de esta misma colección) en los que hay una ilustración más fijada y un texto más variable: aquí es la ilustración la que juega con un texto más estable. En el último verso el autor saca el poema del libro y lo lleva a los días de los más pequeños. Una propuesta muy sugerente para padres y madres que andan bregando con criaturas y zapatos.
Violín. Imposible no recordar algún juego de la infancia leyendo este cuento en el que instrumentos y sonidos van engarzados. La resolución final me ha recordado a otros libros que ha publicado Estrella Ortiz y que ya he recomendado en este mismo blog. Es emocionante que dos gigantes conocedores de la infancia, del ritmo, los versos y la tradición se encuentren en libros como estos.
Os animo a que os asoméis a estas tres nuevas propuestas de Antonio y Óscar publicadas por Kalandraka.
Saludos
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