En estos días he empezado a leer los libros que me traje de Argentina. Tengo entre ellos unos cuantos de María Teresa Andruetto que estoy disfrutando mucho y quiero ir anotando aquí, empecemos por el primero, se trata de Stefano, una novela publicada por Sudamericana (de Random House).
Este libro nos cuenta la historia de Stefano, el joven protagonista, y de su viaje hasta Ema, la mujer a la que ama (y a la que no conoce prácticamente hasta la última página) y destinataria de esta voz narradora. Uno termina de leer este libro y no deja de pensar ¿no es toda vida un viaje hacia el amor? Pero sigamos con la novela y su maquinaria.
Son tres los planos temporales en los que se va articulando la historia: un plano lineal que abarca desde la salida de Stefano de Italia (ese viaje proceloso que incluye un naufragio –que fue histórico y que podemos encontrar en otros libros maravillosos como este), la llegada a Argentina y los años que pasó allí (hasta llegar a Ema, insisto) trabajando primero en una granja y luego, tras ser tocado por la música (qué cosa tan hermosa y qué inexplicable impulso puede llevarte a comprar un instrumento cuyo precio precisará de muchos meses de trabajo, cuyo nombre ni siquiera conoces y, por supuesto, no sabes tocar), trabajando en el circo como músico y, finalmente como contable en una tienda. Hay otro plano temporal que es la suma de fragmentos y recuerdos del pasado, de la vida con su madre en Italia. Y por último el plano del presente, de la conversación con Ema (uno bien puede imaginarse una larga mañana de festivo en la cama a ambos, tumbados, conversando perezosos, tapados apenas con la luz del sol que entra curioso por la ventana).
Estos tres planos se van intercalando en pequeños trozos, teselas que juntas nos van dibujando el mosaico de una vida, de lo que fue y de cómo llegó hasta el ahora, hasta lo que es. Y todo hecho y articulado de manera magistral (tan aparentemente sencillo, liviano, fresco...), sumando a la historia, intercalando acciones, recuerdos, sucesos, emociones y mostrando, como si de un retrato cubista se tratara, todas las caras de una cara, pero sin ángulos ni puntas, todo delineado con suavidad hasta conseguir una imagen completa y honda de cada momento de la historia.
Es también muy interesante el estilo delicioso (aparentemente sencillo, insisto) que nos cuenta (en realidad que cuenta a Ema y nosotros podemos "escuchar") como sin querer (pero queriendo y sabiendo mucho), muy cercano y, al mismo tiempo muy poderoso y evocador.
Son muchos los personajes que viven en estas páginas, desde el propio Stefano (inspirado en el padre de la autora), su amigo Pino, el tío de Pino, Lina, Tersa, los payasos, el músico Aldo Moretti... a veces esbozados apenas pero todos ellos con una gran vitalidad, y todos ellos como grandes secundarios con historias bien hermosas que suman al hilo central de la novela.
La lectura de este libro (un suspiro) es un regalo, he disfrutado de la primera a la última página. Os recomiendo encarecidamente que leáis esta novela maravillosa.
Saludos
PD: En España está publicado por la editorial SM.
María Teresa resultó ser para mi ,una gran inspiradora del arte de leer, narrar y escribir...una persona excepcional, una gran maestra.
ResponderEliminarMe alegra mucho saber de tu encuentro con ella y sus libros y siento un profundo orgullo de saberla tan cerca, tan habitante de nuestra Córdoba- Argentina y tan profesional.
Hermosa la devolución que le has hecho, espero la lea María Teresa.