Quizás tengáis la tentación de pensar que esto es mérito mío o de mi familia (que se ha implicado mucho mucho en el proyecto), pero no, no es así. El verdadero mérito es de toda la gente que ha sumado su empeño al nuestro: desde las personas que compraron un ejemplar (después de las sesiones de cuentos o pidiéndomelos para que se los enviara por correo postal) o varios, a las personas que se llevaron unos cuantos libros para venderlos; desde las instituciones que, sencillamente, me han dejado montar mi tenderete para vender los libros, a las librerías y otras empresas que desinteresadamente nos han echado una mano. Sólo esta suma de voluntades ha hecho esto posible. Por ello, gracias, gracias de corazón.
Os animo a que echéis un vistazo a este listado, los loros han ido quedándose por toda la geografía: ciudades enormes y pueblos pequeños de los cuatro puntos cardinales. Esto ha sido una fiesta y, sobre todo, un aprendizaje: hay mucha buena gente por aquí, a nuestro alrededor, no dejéis de disfrutarla, de compartir los días con ellos y ellas.
Pero antes de seguir contándoos alguna cosa más quiero enseñaros dos fotos, mirad:
Aquí tenéis los palets con 1.700 loros.
Y aquí tenéis los palets en la actualidad.
No sé qué pensará la gente de Edelvives de todo esto. En fin, tampoco importa mucho.
Quería deciros para terminar que, tal como cuento aquí, aún quedan unos cuantos ejemplares, casi 200 (unos treinta tengo yo y unos 150 andan distribuidos por Zaragoza, Fraga y Guadalajara). Obviamente las ventas de estos libros irán también destinadas a la lucha contra el cáncer, así que a finales de año espero haber vendido todos los libros y haber donado unos 12.000 euros a la Asociación Española Contra el Cáncer. E insisto, sólo habrá sido posible gracias a vosotros, a vosotras.
Gracias
Enhorabuena por la iniciativa, es fantástica!
ResponderEliminarGracias, habría sido imposible sin vosotros :-)))
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