Mañana miércoles estaré un año más en Fuenlabrada (Madrid) participando como autor en la Feria del Libro de Fuenlabrada, esta es su trigésimo segunda edición y, año tras año, no deja de causarme asombro el extraordinario trabajo que hacen en este municipio para acercar los libros y las historias a la población infantil y juvenil.
Esta Feria del Libro es el fin de fiesta perfecto a la lluvia fina que durante todo el año va calando en el municipio (las seis bibliotecas municipales, por ejemplo, tienen programación estable de cuentos contados a lo largo del año), y ambas cosas son, desde mi punto de vista, un gran acierto: lo es hacer actividades que sean lluvia fina para que de verdad empapen y queden y permitan germinar (con lentitud y con fuerza) el gusto por las historias y por la lectura; y lo es celebrar los libros y los cuentos con una gran fiesta que convoque a prácticamente toda la comunidad (dando visibilidad y mostrando la importancia que tiene todo este afán).
Porque datos cantan, si hablamos sólo de las visitas de autor que se celebran a lo largo de la Feria os diré que 72 autores e ilustradores de Literatura Infantil y Juvenil pasaremos por 54 centros educativos para encontrarnos con más de 22.000 estudiantes. Ahí es nada. Pero, insisto, no solo hay visitas de autores, son muchas las actividades que se realizan en esta gran fiesta de los libros y la lectura (como podéis ver en el programa de la Feria).
Y lo que es más importante: tanto estos encuentros como el resto de actividades (a lo largo del año o durante este fin de fiesta) están hechas con mucho cuidado, mimadas con esmero, atendiendo hasta los mínimos detalles para que todo salga a pedir de boca.
Qué lujo volver a Fuenlabrada. Qué alegría.
Saludos
No hay comentarios:
Publicar un comentario